Llega un momento en el que nos enfermamos, estamos tristes o enojados. ¿La mejor cura? Sencillo, besos... En especial si son de esa personita especial. No niego que un abrazo también ayuda, en todos los sentidos... Pero un beso realmente un beso, hace volar, cambia el pensamiento de negativo a positivo, nos pone de buen humor y además de todo, son deliciosos.
Ella venía de su cita en el odontólogo, digamos que la tuve dando vueltas, pues para esa ocasión, ella no sabía como llegar a mi edificio. Gracias a aquella fuerza mística y superior a todo, pudo llegar a salvo. Me puse mi chaqueta con más estilo y bajé a abrirle.
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