viernes, 26 de agosto de 2011

Algo diferente.

Digamos que algo diferente es algo común hecho de una forma especial, aunque no sea así. Digo "algo común" porque cualquiera que se lo proponga, podría hacerlo, sólo que puede que muchos o pocos, quizá ninguno lo hagan, pero cada uno lo haría con su "algo diferente"

Pensaba, quiere y quiero algo diferente. ¿Una cena en el techo? ¿Llevarle pizza en un helicóptero? Quién sabe, no tengo un helicóptero, tampoco sé muy bien que se come en una cena y soy un desastre comiendo, pero sí sé que le encanta mi forma tan particular de hacer las cosas.

Agarré un papel y escribí: Algo diferente. Empecé a redactar ideas, con su respectivo cómo y cuándo. Entre pensamientos y algunas tonterías, vino a mi mente la siguiente pregunta: ¿Mezcla o imaginación? En ese momento me di cuenta de que tenía la mejor idea, para mí, del universo. 

Empecé a prepararlo en mi mente, salió a flote mi lado perfeccionista y es que cuando realizo cosas para ella, me gusta que todo salga bien. Por mi lado torpe y desastroso, olvidé estar pendiente del celular, más que estaba haciendo un desastre en toda la casa a causa de lo distraída que estaba y en especial, no tenía idea de cuando había reunión en el edificio para aprovechar ese momento en el que todos estuviesen tan ocupados hablando pistoladas en la terraza que no estarían pendientes de lo que sucedía en los demás lados del edificio. Mi plan empezaba a tener algunas fallas. 

Recordé el celular. 4 llamadas perdidas y 11 mensajes, — estoy en problemas pensé.
Creí que lo mejor sería pasarle un mensaje, pero antes tenía que averiguar cuando era la reunión en el edificio. Gentilmente fui a preguntarle a uno de mis vecinos, los de mi piso, siempre han sido amables conmigo. No quise ser tan directa, por consiguiente, utilicé el típico: ¿Tiene un poquito de azúcar? Sólo que en vez de azúcar, pedí polvo para el toddy. Luego de eso, entablé fácilmente conversación y sin más que decir, pregunté acerca de la reunión. Me llevé la sorpresa de que la reunión era la tarde del día siguiente; tenía pocas horas para terminar, más bien, empezar a preparar todo.

Me despedí de ellos y fui directo a mi apartamento a enviarle un mensaje: Hola mi amor, ven a mi casa mañana a las 2:30pm. Es importante. Tardó un poco en contestar, asumí que estaría ocupada o un poco molesta porque no le contesté los mensajes y las llamadas de antes, pero gracias a todo, respondió: Está bien, amor. Ella sabía que planeaba algo. En una forma muy extraña, me gustaba que lo supiese, aunque al mismo tiempo me preguntaba si eso podría traer 'dificultades' con la palabra 'sorpresa'. No le di mucha importancia y empecé a preparar todo.

El día pasó y ya para la noche, yo tenía un perfecto desastre en toda la casa y mucho que limpiar. Y en cuanto a mi plan... Sí, eso estaba saliendo bien o eso esperaba y creía yo. Busqué el celular y le deseé buenas noches, tenía mucho que limpiar y mucho que hacer para que todo saliese como quería. Me concentré en eso.

Cuando terminé, estaba tan cansada que me quedé dormida en el sofá y para cuando desperté, el reloj me había dado una sorpresa a mí; eran las 12 del mediodía. Tenía exactamente 2 horas y media para vestirme, oler bien y cocinar. Entre tanto agite y desesperación por el horario, logré terminarlo todo justo a tiempo, aunque todavía me quedaba organizar las cosas en el estacionamiento del edificio. Me apuré y bajé con todas las cosas a preparar todo allá abajo. Me consideré un flash ese día, pues hice todo muy rápido y sin intención de presumir, quedó excelente.

Un mensaje de ella me avisó que había llegado, fui a abrirle.
— ¿Pasó algo malo? — dijo preocupada.
—No... Todo está bien, pero necesito que hagas algo. — respondí con tranquilidad.
— ¿Dime? — ella seguía sonando preocupada.
— Te cubriré los ojos y dejarás que te guíe con mucho cuidado a un lugar secreto. — dije entre risas.
— ¿Un lugar secreto? — se reía conmigo. 
— ¡Sí! Un lugar secreto, no puedo revelarte todavía su ubicación. — me sentía un agente secreto o algo por el estilo. Le parecía gracioso y sonreía, así que estaba saliendo bien.
— Ok, guíame. — respondió emocionada.

Como dije, le cubrí los ojos y empecé a hacerla caminar hasta el estacionamiento, la verdad es que no estaba muy lejos... Cuando llegamos, le dije: Sé que probablemente ya no sea tan sorpresa y sea un poco extraño el lugar, pero espero que lo disfrutes. Destapé sus ojos y se encontró con una mesa, que encima tenía un delicioso almuerzo. Estaba sorprendida, ese brillo en sus ojos que no se compara con ninguna estrella, me encantaba. 

Nos sentamos y empezamos a comer, a ella le causaba gracia que yo haya cocinado, sabe que esas cosas no son lo mío. Cuando el almuerzo terminó, le pregunté si había quedado chévere. Perfecto, fue lo que respondió. Ella siempre sabe la forma de sacarme sonrisas. Me sentía genial al saber que hice las cosas bien, fue una linda tarde. Lo único que nos quedaba por hacer era subir las cosas de nuevo a mi apartamento y además, quedarnos "viendo televisión" un rato. 

Y en efecto, había sido una tarde algo diferente.

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